Salió tarde, llegó aún más tarde, y para más inri los que recogen las maletas no iban al avión, como tampoco lo hacían los que tenían que llevar la escalerilla y la lanzadera para que pudiéramos salir del avión. Una vez nos liberaron del secuestro nos dijeron que el avión ya había salido (avión en el que estaba Yllanes en tierra y nos informaba de todo lo contrario)... Al menos nuestras minis estaban en el equipaje de mano, algo que no sucedió con otros compañeros de WH, de los que nos contaron que les extraviaron maletas con minis.
Al perder el enlace nos recolocaron, no sin mirar durante media hora, las plazas que había en el siguiente vuelo y nos pagaron la comida. Llegamos a Belgrado unas 3 horas más tarde de lo previsto, y gracias a Alitalia con el mango corredor de mi maleta reventado e inservible.
Por suerte eso sería lo peor del viaje (la vuelta fue como la seda con Air Serbia y Air France). De Belgrado a Novi Sad tardamos una hora y una vez allí manejarse por la ciudad era relativamente fácil y barato. Vivimos a base de taxis con precios casi de chiste. Aunque si hablamos de chiste debería mencionar algunos errores de la organización, especialmente con la comida. Según Yllanes habían subido el presupuesto para mejorarla. La cosa no pasaba de comida de rancho de campamento cutrillo. Comible, pero bastante mejorable, siendo sincero.
Novi Sad Fair, donde se celebró el ETC |
Una vez dentro todo era bastante sencillo. Tres áreas delimitadas para cada juego, un punto central para la organización y los cronómetros de tiempo, zonas con bares y a la entrada un pasillo con puestos en los que comprar desde un blister de FoW, camisetas del torneo, juegos de mesa o productos frikunos. En ese sentido la organización se lució bastante más que con la manutención.
Vista general de parte del ETC |
En el global, le daría un 7 en el global, esforzado pero aún mejorable
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