Hoy voy a romper un poco la dinámica de este blog, dejando a un lado batallas y ejércitos. Hoy quiero recomendaros que os paséis por el blog que tiene un (ya ex) compañero del trabajo. Se llama Emilio Cid, un tío excelente y quien por fin ha conseguido finalizar la novela que tanto tiempo tuvo concibiendo. Doy fe de ello, cuántos descansos habrá pasado dándole vueltas a cada capítulo, ¡mientras que yo le trolleaba en la medida de lo posible!
Pues finalmente lo ha logrado y aquí está. Se titula 'Ramón y la máquina de juzgar', y os dejo un extracto del primer capítulo para que lo disfrutéis:
"El sabio se quedó en lo del alumbramiento, y no pasó –o no quiso pasar- más allá, como sorteando la posibilidad de recrearse en la obviedad a la que hago alusión. Digo yo que se contentó con referirse a ese “principio del fin”, sin más, decidido a ser directo, punzante como una puñalada trapera. Sin embargo no sé hasta qué extremo lo hizo consciente de que la puñalada trapera o, dicho de otra forma, de que su macabra alusión al alumbramiento (ese por el cual el resto de los humanos entendemos que comenzamos a vivir y no a morir) le iba a atrubuir tintes de agorero y malasombra. Debió ser consciente de que la ocurrencia no debía estancarse en ese punto. Porque la alegría de la huerta nos desahucia a las primeras de cambio y mira luego para otro lado. El sabio es de esos que ven la botella medio vacía a todas horas. O dicho de otra forma: de esos que calladitos están más guapos. Habrase visto cosa más ceniza…"
Si os habéis quedado con ganas de más, que seguro que es así, pasaros por su blog http://maquinadejuzgar.blogspot.com.es/ donde podréis leeros la novela al completo. ¡Yo ya voy por el segundo capítulo!
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