En "teoría" comparando las listas puede parecer muy blandita la de carros ligeros, pero nada más lejos de la realidad. Una lista con tantísimo tiro tenso podía hacerme mucho daño, y además estaba en muy buenas manos.
US Light Tank Company, de la 9ª Armoured Division. Todo CV. Libro: Bridge at Remagen
- HQ: 2 Stuarts
- CP: 4 Stuarts
- CP: 4 Stuarts
- CP: 4 Chaffees
- WP: 6 M4A3 Shermans 105mm
- WP: Recon con dos kekos
- SP: 4 M10
De misión nos tocó un Surrounded, ideal para que precisamente me pudiera cazar por mis laterales. Así que me guardé en emboscada inmediata a los Tigres para colocarlos enfrentados al avance de sus Tank Destroyers. Dejé los Stugs apoyando desde un sembrado a un pelotón de Gepanzertes, mientras que el otro estaría apoyado por el KT de mando, orientado también al desplegarlo hacia su avance. El otro KT lo metí en una casa para poder tener una buena zona de tiro si avanzaba por ahí, ocultar mi lateral de sus T/D y en caso de necesidad maniobrar bien sobre un murete o bordeando la casa. Los NW irían en medio del sembrao.
Hay que decir que, si bien en la partida con Álvaro las tiradas de Tiger Ace fueron infames (la mejor fue la de Schnell!), en esta la cosa fue totalmente distinta. El KT de mando sacó morales a 2+ y luego saqué doble As, con lo que elegí repetir fallos. El KT de pelotón también sacó repetir fallos, y los dos Tigres sacaron As. La primera repetición dio al pelotón repetir fallos y la segunda, la del comandante, Rof 3. La cosa prometía... pero aunque parezca poco creíble no desequilibró la partida.
Él desplegó un pelotón de Stuarts en uno de los lados, y toda su fuerza al otro, avanzando por su derecha los 105, por el centro los Stuarts, y por la derecha los T/D y los Chaffees. Los Stuarts solitarios podían ir a machacar a los Stugs de lateral o bien a por la infantería. Los demás tenían demasiadas opciones disponibles mientras mis carros decidían a quién disparar.
El primer turno no fue nada malo para mí, destruí dos Shermans de 105 y desalojé a otro, pero a cambio el inútil del comandante del KT de pelotón se atascó tratando de pasar un murete a 2+... otra vez. ¡El muy desgraciado tardó 4 turnos en recuperarse! Así que jugué media partida con 300 puntos menos, a los que se iban a sumar otros tantos. Por una señora cagada en mi despliegue y un error de cálculo, Jaime me plató la emboscada de los M10 en mi cara, y además cogiendo de lado el KT de mando, que voló en pedazos. Así que entre la inutilidad del KT y la mía propia, en el segundo turno tenía los dos KT inoperativos.
A partir de ahí sucedieron dos cosas: una, que Jaime comenzó con sus asaltos quirúrgicos, eliminando con los Stuarts mi infantería sin que le hicieran nada, ni en el fuego defensivo. Una jugada que le sale magistralmente, ya me la hizo en el In Tempo con los mismos resultados. Por otro lado, los M10 y los dos Tigres se enzarzaron en un cabezazo de época. A un lado, 8 tiros de At 13 pero con chapa 4. Al otro 5 repitiendo fallos (apenas moví al comandante hasta que no fue totalmente necesario), y con frontal 9. Y a mis Tigres se sumaron los Stugs para aniquilarlos. Tardamos como 5 turnos en resolverlo. Unos turnos por nuestras tiradas, otros por los fallos de FP o porque el comandante del Tigre debía ser una combinación de Carius y Wittman salvando todos los tiros que le entraban, al final sólo quedó en mesa mi Tigre de mando.
Para entonces el resto de su ejército me había debilitado bastante. Sin 1iC, sin un pelotón de infantería, sin artillería ni Stugs, pero con el inútil del tío del KT remontado y operativo. El Tigre y la infantería tenían que aguantar. Él, por su parte, llevaba perdidos los Chaffees y los M10. Y cometió el único fallo de la partida, asaltando a la infantería, pero midiendo resultó que el KT estaba a distancia de apoyar en el asalto. Quedaron dos Stuarts destruidos y otro bailed por un panzerfaust. Al siguiente turno perdió ese pelotón al rematar un panzerfaust al tanque operativo y capturar otro al desalojado. El Tigre, por su parte, remató a los 105 que le habían flanqueado. Tiró moral de compañía y falló.
La partida, como esperaba, pudo ser tanto suya como mía. Los fallos nos crucificaron a ambos, aunque por volumen de fuego es cierto que mi pelotón de Tigres debió haber sido eliminado, lo que le habría dado por completo la partida. Pero, de la misma forma, el KT también debió haber sido más decisivo en la partida de lo que fue. Hipótesis al margen, al final quedó una gran partida, de eso no hay duda.